50 años de 'Sonrisas y lágrimas': por qué es más que una película de canciones (GIFS)
Cuando el pasado domingo, día de la gala de entrega de los premios Oscar, Lady Gaga se subió al escenario del Teatro Dolby de Los Angeles para rendir tributo a Sonrisas y Lágrimas (The sound of music) empezaban las celebraciones por su medio siglo de vida. Quedaba una semana para el cumpleaños de la película, pero la cantante y la Academia de Cine de Hollywood quisieron aprovechar la ocasión para adelantarse a la fecha.
La película protagonizada por Julie Andrews y Christopher Plummer se estrenó exactamente el 2 de marzo de 1965 en Estados Unidos con gran éxito (a España no llegaría hasta el 20 de diciembre de ese año). Tanto fue el éxito, que recaudó 1,18 millones de dólares partiendo de un presupuesto de 8,2 millones. Pero no sólo eso, porque un año después, se llevó el Oscar a mejor película, a mejor director, a mejor montaje, a mejor banda sonora y a mejor sonido. En total se alzó con cinco de las 10 estatuillas a las que optaba. Antes ya se había llevado el Globo de Oro en la categoría de mejor comedia y musical y Julie Andrews como mejor actriz de comedia y musical.
Años y años después, el éxito continúa en los teatros. El musical homónimo ha acumulado más de 50 millones de espectadores en todo el mundo. Además, Salzsburgo, ciudad donde se rodó la cinta, sigue recibiendo la visita constante de los fans de la familia Von Trapp.
Lo curioso es que a esta alturas mucha gente que todavía no la ha visto. Han tenido 50 años para hacerlo, 600 meses, o mejor aún 18.262 días, pero probablemente no lo hayan hecho porque no han querido. Y es muy probable que muchos la hayan ignorado por tratarse de un musical. Y sí, Sonrisas y lágrimas es un musical, eso es innegable. A lo largo de los 174 minutos que dura la película suenan 29 canciones (incluida la de apertura y la de los títulos finales), entre ellas los famosas Do-Re-Mi, My favourite things, So Long Farewell o Edelweiss; pero la película es mucho más. Es una historia real ocurrida en Austria en 1938 sobre una novicia, María (Julie Andrews), que abandona la abadía para convertirse en la institutriz de los siete hijos de un militar viudo, el capitán von Trapp, y de fuertes convicciones antifascistas. Su llegada no sólo irá acompañada de música y canciones, sino también de otras muchas cosas. Porque, como ya apuntamos, Sonrisas y lágrimas es mucho más que una película en la que no se para de cantar.
1. Sonrisas y lágrimas es también una película de historia
2. Sobre cómo muchos austriacos tuvieron que dejar su país para huir del nazismo
3. Además de cantar también se baila
4. Hay espectáculos de marionetas
5. Y se dan clases de sincronización
6. También de optimismo
7. Mucho optimismo
8. Y de música, aunque Res (Re) no sea precisamente un "selvático animal"
9. También se enseña a bailar una danza típica tirolesa
10. Y se aprenden idiomas: Fräulein es señorita en alemán
Y adiós se dice Good Bye en inglés y auf wiedersehen, en alemán
11. Hay lecciones de botánica: ¿o ya sabías que un edelweiss es una "blanca flor de los alpes"?
12. También hay lecciones de modales
13. Y de cómo responder ante las adversidades
14. Incluye clases de reciclaje (o cómo dar una segunda vida a unas cortinas viejas)
Aunque algunos no salgan tan bien parados con estas creaciones. ¿Verdad Kurt? ¿verdad Liesl?
Y a otros no les acaben de convencer
15. Además es una buena forma de conocer disciplina militar
16. Y de darse un paseo por Salzsburgo
17. Y sus alrededores
18. Sin olvidarse de que detrás de todo hay una complicada historia de amor
(Ojo: espoiler)
19. Que termina bien
20. Muy bien
21. Y demuestra que no debemos dejar nunca nada por imposible