Muerte de Alberto Nisman: Protestas por toda Argentina contra el Gobierno de Cristina Fernández

Muerte de Alberto Nisman: Protestas por toda Argentina contra el Gobierno de Cristina Fernández

Los argentinos han salido a las calles para exigir que se aclare la muerte de un disparo en la cabeza del fiscal Alberto Nisman, último capítulo de una tragedia que comenzó hace 20 años con uno de los atentados más sangrientos de la historia del país.

La muerte de Nisman sucede días después de que acusara a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de encubrir a los responsables del ataque terrorista a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ocurrido en 1994. Miles de personas, convocadas a través de las redes sociales, se han movilizado para reclamar la verdad y pedir justicia y han vuelto a hacer sonar su cacerolas contra el Gobierno de Fernández en las principales ciudades del país.

En Buenos Aires, miles de personas se concentraron en la emblemática Plaza de Mayo, con pancartas y carteles con consignas como "Yo soy Nisman", "Justicia por Nisman" o "Todos somos Nisman", y frente a la residencia presidencial de Olivos, en las afueras de la ciudad.

En la Plaza de Mayo se escucharon eslóganes como "que se vayan todos, que no quede ni uno solo", "se va a acabar, se va a acabar la dictadura de los K" y hasta gritos de "asesina" dirigidos a la mandataria argentina. La concentración de la capital alcanzó puntos de máxima tensión cuando varios manifestantes intentaron saltar las vallas que acordonan la Casa Rosada, que preside la Plaza De Mayo, y se registraron cuatro heridos por inhalación de gas pimienta.

El Gobierno de Fernández se ha llevado una lluvia de críticas en la red y no han faltado comentarios que lo acusan directamente de tener responsabilidad en la muerte del fiscal.

¿SUICIDIO?

Los informes preliminares de la autopsia, que han confirmado que Nisman se disparó un tiro en la sien con una pistola calibre 22 que se encontró bajo su cuerpo en su domicilio de Buenos Aires, no han sido suficientes para despejar las dudas que rodean a su muerte.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha apuntado al suicidio como principal hipótesis de la muerte del fiscal en una carta publicada en su Facebook. "La muerte de una persona, siempre causa dolor y pérdida entre sus seres queridos, y consternación en el resto. El suicidio provoca, además, en todos los casos, primero: estupor, y después: interrogantes. ¿Qué fue lo que llevo a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?", ha señalado

La presidenta argentina también ha denunciado la existencia de una historia "muy sórdida" y de "interrogantes" tras la muerte de Alberto Nisman, y defendió los intentos de su Gobierno por esclarecer el atentado contra la AMIA, que dejó 85 muertos en 1994.

También se plantea una larga serie de preguntas sobre las circunstancias que han rodeado a la muerte de Nisman, entre ellos se pregunta por qué el fiscal pediría un arma -con el que se disparó- a uno de sus colaboradores para defensa personal cuando contaba con una custodia de 10 policías y vivía en un edificio con seguridad privada.

Fernández ha alertado contra intentos de "desviar, mentir, tapar y confundir" sobre el atentado contra la AMIA y ha cargado contra agentes de Inteligencia y medios opositores. Horas antes, el Gobierno había autorizado la desclasificación del material de Inteligencia que utilizó el fiscal fallecido.

La fiscal del caso, Viviana Fein, ha indicado que "no hubo intervención de terceras personas" en la muerte del fiscal que trabajó durante ocho años para esclarecer la trama del atentado contra la mutual judía AMIA y terminó denunciando a la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de terroristas. Pero la Fiscalía ha añadido que se investigará si se debe a un "suicidio inducido".

IRÁN E HEZBOLÁ, TRAS EL ATENTADO

El atentado contra la AMIA, que dejó 85 muertos y 300 heridos en 1994, es el mayor ataque terrorista perpetrado en suelo argentino aunque sigue sin resolverse, principalmente, porque los sospechosos, cinco iraníes entre los que se encuentran el expresidente Akbar Hashemi Rafsanjani y el exministro de Defensa Ahmad Vahidi, nunca han sido interrogados.

En 2013, los gobiernos de Argentina e Irán firmaron un Memorando de Entendimiento (MOE) con el objetivo de "destrabar una causa que estaba absolutamente inmovilizada", ya que permitiría por primera vez a las autoridades argentinas interrogar a los acusados, algo a lo que la República Islámica se había negado insistentemente.

Tras ocho años de investigaciones, Nisman denunció el pasado miércoles a Fernández por entender que el memorándum de entendimiento con Irán incluía un presunto encubrimiento de los sospechosos del atentado contra la AMIA a cambio de relaciones comerciales y el intercambio de petróleo por granos en un contexto de crisis energética en Argentina.

Nisman, que estaba al frente de la Unidad Fiscal Especial de Investigación del Atentado a la AMIA desde 2004, había asegurado esta vez que tenía pruebas que demostraban que, tal como apuntaba la investigación y la comunidad judía, Irán y la organización Hezbolá estuvieron detrás de la planificación y ejecución del ataque.

Su denuncia consta de 300 páginas amparadas por grabaciones telefónicas. Nisman había confiado a algunos periodistas en los últimos días que su propia vida estaba en juego en este proceso, aunque nadie podía imaginar hace 24 horas que sus palabras serían premonitorias.

La oposición ha reclamado una investigación exhaustiva sobre la muerte de Nisman y que se mantenga su línea de investigación. "Estoy consternada. Me parece algo absolutamente grave, de una gravedad institucional muy fuerte", ha denunciado la diputada Patricia Bullrich.

Para la diputada opositora Elisa Carrió, el caso es fruto de una "guerra de los sótanos del poder, de una guerra judicial loca". El aspirante a la presidencia por el Frente Renovador, Sergio Massa, ha pedido la suspensión del acuerdo alcanzado con Irán en enero de 2013 y que, según Nisman, incluía el presunto encubrimiento de los terroristas iraníes.