El padre del niño que lloraba por la humillación de Brasil cuelga una foto de su hijo sonriendo
Entre los centenares de aficionados brasileños que lloraron la humillación sufrida por su selección ante Alemania (1-7) en las semifinales del Mundial, uno destacó por encima del resto.
Un niño con gafas y agarrado a un vaso de Coca-Cola no podía dejar de llorar mientras veía la desastrosa actuación de su equipo cuando sólo había encajado cuatro goles. El joven trataba de enjugarse las lágrimas por debajo de las gafas inconsciente de que una cámara le estaba grabando y que su imagen se iba a convertir en uno de los símbolos de la derrota brasileña.
También se convirtió en carne de meme y formó parte de las numerosas bromas que se hicieron sobre la humillante derrota brasileña:
La imagen conmovió a Raphael Sardinha, padre del chico, de nombre Tomaz, quien ha publicado en su perfil de Facebook una fotografía de su hijo tratando de esbozar una sonrisa. "Después de ver a mi hijo llorando en diversos medios de comunicación, decidí colgar esta foto", explica Sardinha, quien indica que la imagen es del pequeño antes del partido.
"Repetiré lo que le dije a mi hijo: esto es sólo un juego, nos destroza, pero sólo es un juego", continúa Sardinha, quien reconoce que se siente "triste" al ver a su hijo "sufrir". "Pero seguramente no será la última y no será su último Mundial. Con sus habilidades y su buena zurda, quizás algún día será futbolista para marcarle siete goles a Alemania", agrega.
Sobre la repercusión mundial que ha tenido la imagen de su hijo llorando, Sardinha cree que "lo que queda es el reflejo de cómo el llanto sincero de un niño nos representa a todos en la era del exceso de información, las emociones instantáneas y los sentimientos artificiales".