Duolingo: la máquina de aprender idiomas existe y es gratuita

Duolingo: la máquina de aprender idiomas existe y es gratuita

DUOLINGO

Las máquinas que están cambiando nuestras vidas no llevan tuercas ni tornillos, sino números, algoritmos que nos conocen tan bien como para anticipar nuestros deseos. Google sabe qué buscamos y qué necesitaremos. Amazon, qué leemos y qué nos gustará. En algunas de las máquinas más pequeñas también se esconden futuras revoluciones. Duolingo, que tiene forma de aplicación móvil y web, es una de las más sorprendentes: está aprendiendo cómo aprendemos los humanos.

La herramienta por defecto para estudiar idiomas en internet se abrió al público en 2012. En 2013 fue nombrada aplicación del año por Apple. Hoy 12,5 millones de usuarios la utilizan sus ratos libres para conseguir un nivel más que aceptable en alguno de los idiomas que ofrece (desde el español se puede aprender portugués, francés e inglés). Funciona tan bien que, a pesar de que es una pujante startup, es la propia comunidad la que elabora los cursos de forma desinteresada. Cuando alguien hace sus ejercicios en Duolingo puede practicar con documentos reales por los que la empresa cobra a empresas como Buzzfeed y CNN, que ya utilizan esta legión de aprendices de todo el mundo para traducir sus webs. A cambio, usar Duolingo es gratis.

El creador de la máquina se llama Luis von Ahn y es uno de los grandes expertos en crowdsourcing, es decir, en esto de conseguir que la gente se reúna en internet con un fin que beneficie a todos... menos a los intermediarios. A los 34 años, el matemático guatemalteco, profesor de la Universidad Carnegie Mellon, ha vendido ya dos proyectos a Google. El primero, un juego en el que dos desconocidos intentaban coincidir describiendo una misma foto, pero que en realidad servía para que los humanos etiquetaran imágenes, haciéndolas así más fáciles de recuperar, un sistema que hoy se usa en Google Images. El segundo, reCAPTCHA, ese sistema que hemos utilizado todos cientos de veces en internet: escribir dos palabras antes de seguir avanzando en una web. Sirve para demostrar que somos humanos y no spammers, pero también tiene truco: las palabras que copiamos provienen de documentos que los escáneres no pueden identificar sin ayuda. Al usarlo estamos digitalizando libros para Google Books.

- ¿Cómo alguien que nace en Guatemala, un país diminuto con unas tasas de conexión a internet bajísimas incluso en la actualidad, llega hasta donde has llegado?

- Todo empezó cuando tenía 8 años. Yo quería una Nintendo y mi madre me compró un ordenador. No estaba muy contento. Tuve que aprender a usarlo y lo que yo quería era jugar. Compré algunos juegos, me di cuenta de que no podía comprar muchos más y empecé a ver cómo podía piratear los de otras personas. Así fue como empecé a usar bien el ordenador. Cuando tenía 13 años, después de rogarle a mi madre durante meses, conseguí internet con módem. Entonces era todo texto, no se podía hacer mucho… Después fui a estudiar a Estados Unidos, porque quería estudiar Matemáticas y no se podía en Guatemala. Así de diminuto es el país. Ahora ya se puede.

- Y ya nunca volviste.

- Regreso tres veces al año para visitar a mi familia. Cuando me fui tenía intención de regresar pero ya no se pudo...

- ¿No has tenido la tentación de volver y crear algo en Guatemala?

- Sí. Cuanto más pasa el tiempo más ganas me dan, más extraño la comida y el clima. Pero no se qué tendría que hacer para convencer a mi esposa, porque es de EEUU…

- ¿También por responsabilidad con tu país?

- El mayor problema en Guatemala es la seguridad. Hasta que no se revuelva eso estaría difícil. Este proyecto, Duolingo, lo empecé pensando en Guatemala, esa era la idea, enseñar idiomas sin cobrar: todos quieren quiere aprender inglés pero nadie tiene dinero para pagar las clases. Todo fue pensando en Guatemala... pero desde lejos.

- En España un montón de gente joven está sin trabajo o pensando en irse. ¿Qué les dirías?

- Es un buen momento para emprender si no tienen trabajo. El problema de emprender es que es muy arriesgado. Si no tienen trabajo no hay mucho que perder... pero es fácil decirlo y difícil hacerlo.

- ¿Y qué hay del sueño americano, triunfar en EEUU?

- Según pasa el tiempo creo que es menos necesario ir a EEUU (estamos hablando de emprendimientos tecnológicos respecto a aplicaciones móviles y web). Ayuda, pero a diferencia de hace 40 años -que para emprender en algo se necesitaba una inversión de 50 millones de dólares para un microprocesador o algo así- hoy en día cualquier persona con un ordenador puede hacer una aplicación. El ejemplo es Flappy Birds, hecha por una persona en Vietnam y más popular que Facebook en el iPhone ¡Una persona logró hacer una aplicación más popular que una compañía de 100.000 millones de dólares! Ayuda estar en EEUU, pero es menos necesario que hace 15 años.

- Pero que ocurra algo como Flappy Birds es incontrolable. Simplemente, se hace viral… Eres experto en el comportamiento de los humanos en masa. ¿Tienes alguna teoría sobre lo viral?

- Es muy fácil describirlo después de que ha pasado, pero es muy difícil predecir. La mayoría de aplicaciones y web populares (no solo nosotros) lo que hacen en su desarrollo son pruebas A/B. La idea es que si quieres intentar algo nuevo (tal vez, agregar un nuevo botón) se hace una prueba con un porcentaje de usuarios.

- Nosotros en The Huffington Post usamos a veces esa técnica para elegir titulares y las fotos

- Es la misma idea. Lo hacemos mucho, tal vez 30 pruebas por semana. Al principio yo creía que sabía lo que iba a ganar. Empezamos a hacer apuestas y nadie en la compañía puede predecir más del 55% de las veces.

- O sea, que hay unos que son un poquito mejores que el resto…

- … pero nadie es mejor. Es muy difícil saber qué va a funcionar y qué no. Hay algunas cosas que son un poco obvias pero la mayoría es así. Por ejemplo cambiamos completamente el diseño de la aplicación de iOS. Tuvo un efecto positivo, hizo que alrededor de un 1% más de los usuarios regresara todos los días. Pero otro cambio que hicimos en la primera pantalla tuvo un incremento del 10% ¡un cambio de una palabra!

- Imagino que se trata de eso, de ir recogiendo datos y de actuar en consecuencia, ¿no?

- Es lo que hacemos y lo que estamos haciendo ahora también en la manera de enseñar idiomas. Cuando empezamos ninguno éramos expertos en enseñar, no teníamos experiencia en eso. Lo que hicimos fue leer libros pero nos dimos cuenta de que todas esas filosofías de cómo enseñar idiomas eran como las dietas, hay mil y todas se contradicen. Hay que comer carne, no hay que comer carne… Había 100 métodos y todos decían una cosa diferente. Como con las dietas hay ciertas cosas que son obvias (igual es mejor no comer 300 hamburguesas al día). Usamos las cosas que eran obvias pero hacemos pruebas con todo, con cómo enseñar. Cada vez que vemos una nueva propuesta de cómo enseñar (no sé, enseñar tal concepto antes que otro) lo probamos con miles de usuarios y vemos si aprenden mejor o no. Eso hace que enseñemos mucho mejor de lo que enseñábamos antes. Pero todo basado en datos, no en filosofías que se contradicen.

- Esto también me recuerda a mi propio trabajo. Cuando publicamos algo sabemos por las estadísticas si funciona o no, si es mejor hacer una cosa u otra, así que avanzamos rapidísimo. ¿Es posible que así desarrolléis un método más eficaz que los que se han hecho hasta ahora?

- Creemos que sí. Tenemos evidencias de ciertas cosas. El año pasado un profesor de la Universidad de Nueva York encontró que si alguien usa Duolingo 34 horas aprende lo mismo que una clase de un semestre universitario (que dura más). Ya estamos en el punto en que somos tan eficaces como una clase. Queremos llegar a ser tan eficaces como un buen tutor uno a uno. Hay malos tutores, pero uno bueno es mucho más eficaz que una clase.

- ¿Aprende todo el mundo igual?

- No. No sé por qué. Nosotros no sabemos qué sabían antes, pero lo que sí sabemos es que cuando las personas vienen a Duolingo hay una increíble diferencia en lo rápido que pueden progresar. Ciertas personas aprenden varios idiomas al mismo tiempo y les va muy bien, mientras otras personas con un solo idioma tienen que repetir 30 veces. Es difícil saber exactamente por qué. Hoy en día nuestras lecciones ya son un poco personalizadas, damos diferentes ejercicios para diferentes personas basados en qué han hecho en el pasado y cómo les ha ido. Pero podemos personalizar más, por ejemplo hay personas que son más visuales que otras y deberíamos darles más imágenes. Esto no lo hacemos aún, personalizar totalmente la manera de aprender…

- Pero está en vuestros planes...

- Sí. Es lo que hacemos todo el día, tratar de mejorar cosas. Es algo que no se podía hacer en una clase. Si un profesor en una clase quiere mejorar lo único que puede hacer es decir, 'bueno, este año les enseñé esta palabra antes que otra, tal vez el próximo año lo enseñe de forma diferente'… El ciclo de cambio es de un año.

- Así que puede durar generaciones

- Nosotros podemos hacer ese cambio en 24 horas. Otra cosa increíble es que podemos ver diferencias que no parecen grandes pero que combinadas lo son. Por ejemplo, antes enseñábamos los colores en la lección 3 y ahora en la lección 4 y nos dimos cuenta de que en promedio las personas aprenden un 0.1% mejor. Es un porcentaje pequeñísimo, casi nada, pero es cierto, y eso es algo que no se hubiera podido medir en una clase. Si encontramos 10 de esos casos es un 1% de mejoría y si encontramos 100 un 10% de mejoría. En muchos casos son cositas pequeñas pero estamos haciendo cientos de ellas.

- ¿Has aprendido algún idioma?

- Portugués, solo con la aplicación, nunca he hablado con nadie que hable portugués. Fui hace cinco meses a Brasil a dar una charla en inglés. Al final, la primera pregunta fue si estaba aprendiendo algún idioma y cometí el error de decir que portugués. Esa persona se volvió a la audiencia y dijo “por favor, solo preguntas en portugués de aquí en adelante”. Fue bien: entendí el 100% de las preguntas y respondí algunas totalmente en portugués y otras en inglés porque no sabía cómo se decía alguna palabra. A mi me da mucha vergüenza hablar en un idioma y eso es algo de lo que nos hemos dado cuenta: las personas que no tienen vergüenza aprenden idiomas mucho mejor, porque no les importa, simplemente hablan, hablan con mil errores pero no les importa, hablan, hablan, hablan y cuanto más hablan mejor les sale.

- Igual ensayar antes con una máquina ayuda en estos casos…

- Sí, eso queremos hacer. Hablar con la máquina mucho más de lo que se habla ahora.

- Lo que habéis aprendido en la enseñanza de los primeros idiomas ¿se puede extrapolar al resto o cada lengua tiene sus rarezas?

- Hay ciertas cosas que se pueden extrapolar y ciertas que son de cada idioma, cada idioma tienen sus cosas difíciles. Por ejemplo en alemán la gramática es muy difícil, cosa que no ocurre en inglés. Lo que sí ha funcionado en todos los idiomas es ese mismo método de ir mejorando basándonos en los datos. Hemos encontrado también todo tipo de cosas extrañísimas: por ejemplo, las mujeres italianas aprenden mucho mejor que los hombres italianos y no sabemos por qué. Hemos encontrado diferencias de edad (cuanto más jóvenes más fácil) pero de género no habíamos encontrado nada.

- ¿Cuántos idiomas enseñáis?

- Cuando lanzamos Duolingo se podía aprender español, francés, alemán, italiano y portugués desde el inglés. Y desde esos idiomas se podía aprender inglés. Al principio teníamos esas 10 combinaciones y ahora tenemos 30. Por ejemplo desde el español ya se puede aprender portugués, francés e inglés y pronto alemán.

- Y el objetivo es dominar el mundo…

- La idea es llegar a todas las combinaciones, pero son miles. Ya no lo podemos hacer nosotros. Para cada combinación antes teníamos que encontrar a alguien que hablara ambos idiomas para contratarlo y es difícil encontrarlos. [Los usuarios] nos mandaban muchos correos electrónicos pidiéndonos nuevos idiomas y nos decían que como creían en nuestra causa de aprendizaje gratis de idioma nos ayudarían a agregar el curso. Creamos una página, La incubadora de idiomas, donde nuestra comunidad nos ayuda a agregar nuevos cursos. De los 30 idiomas 20 fueron desarrollados por la comunidad, por gente de internet que no conocemos.

- Y vais a seguir con ese modelo...

- La comunidad va a hacer todos los cursos. Nosotros les damos las herramientas para mejorarlos. Les decimos, 'en esta lección hay muchas personas están fallando, deberíais hacer algo'.

- Una puede entender que una comunidad traduzca algo y que eso sea gratis, pero ¿querer diseñar un curso entero de idiomas por amor al arte?

- Les lleva unas 200 horas hacer un curso. Les motiva ayudar a su propia gente. Un ejemplo: [para quienes crearon el curso de] aprender inglés desde el ruso, la motivación era ayudar a Rusia.

- En apariencia en tus proyectos (reCAPTCHA, Duolingo, etc.) todo el mundo sale ganando. ¿De dónde sale esta tendencia? No puede ser casualidad que se repita tantas veces en una carrera.

- No sé de dónde sale, pero sí, es a propósito, en cada proyecto que hago tiene que existir ese sentido de que todos ganen. Si no ganan todos hay cierto nivel de explotación… y no. Usualmente antes de empezar cada proyecto me tengo que convencer a mi mismo de que casi todos están ganando. No es cierto que todos ganen: en reCAPTCHA digitalizábamos libros y los que antes tenían el trabajo de digitalizar libros no ganan. Con Duolingo hay 12,5 millones de personas aprendiendo idiomas gratis. 12,5 millones de personas ganaron. Si eso costó que 500 personas no ganen... eso está bien.

- ¿Aprendemos mejor en grupo?

- Depende de cada persona. Una de las cosas que queremos hacer es poder proveer una educación tan buena como la de universidad o escuela. Hoy en día los centros de estudio hacen tres cosas: enseñan, certifican y proveen un círculo social. Queremos hacer esas tres cosas. Hoy solo enseñamos.

- Pero ¿cómo certificar y dar un círculo social online? ¿Sin exámenes fuera, sin alianzas con entidades tradicionales de enseñanza, sin quedadas en los bares?

- Nada, todo on line. Cuando nos pusimos a pensar en la certificación nos dimos cuenta de lo ridículo que es ese mercado. El mayor es el del inglés: los exámenes cuestan 200 o 300 dólares y hay que viajar para hacerlos a grandes ciudades. En muchos países de Latinoamérica hay que pagar el salario de un mes para demostrar algo para conseguir un trabajo. Y a ellos no les cuesta 200 euros hacer el examen, les cuesta 5 o 10, si son increíblemente ineficientes tal vez les cueste 50. Es una injusticia en cierto sentido. En dos meses va a salir una aplicación móvil separada de Duolingo donde las personas puedan hacer su examen de certificación. Lo difícil acá ha sido cómo saber que nadie les está ayudando. Vamos a encender la cámara de vídeo, vamos a grabar el audio y va a haber un humano al otro lado oyendo y viendo todo. Van a tener que hacer el examen en una esquina para que no haya nadie en ningún lado…

- ¿Un exámen selfie?

- Exacto, pero todo el mundo tiene una esquina en su casa. Vamos a cobrar (porque nos cuesta que alguien esté viendo el examen) pero 15 o 20 dólares, no 200. Cualquiera lo va a poder hacer desde su casa sin viajar. Estamos hablando con Universidades y la mayoría, cuando entiende lo injustos que son los otros exámenes, dicen sí, vamos a hacer eso. Va a llevar tiempo que la acreditación sea válida, pero en algún momento hay que empezar. Y aunque fallemos, si solo logramos que bajen el precio, al menos paramos una injusticia.

- ¿Y la parte del círculo social?

- Estamos desarrollando algo para que las personas puedan aprender en grupo. Sabemos que las personas cuando aprenden en grupos de tres tienen muchísimas menos probabilidades de dejar de estudiar. El porcentaje de personas que se quedan en Duolingo es considerado altísimo para ser en línea y es del 25%. Es algo que tenemos que combatir y lo queremos hacer con los grupos. Hemos pensado en el concepto de clase, de personas escogidas al azar que ponemos juntos y ver si se hacen amigos. Estoy hablando prematuramente, porque vamos a probarlo, y si no funciona, lo quitamos.

- ¿Cómo es la empresa?

- Trabajamos 35. Tenemos 40 millones de dólares de inversión venture capital. Nos va a durar mucho tiempo porque no gastamos mucho. Al principio el plan era ser la manera número 1 de aprender idiomas en línea. Ya lo somos. Ahora el plan es volvernos la manera de facto de aprender idiomas. Creo que eso va a durar años, y para eso vamos a usar la inversión.

- ¿En los próximos años vas a concentrarte en esto?

- Sí, pero tal vez empecemos a hacer otro tipo de aprendizajes, no solo de idiomas. No sé exactamente qué pero estamos considerando posibilidades.

- ¿Con qué se aprende mejor, con el móvil o con el ordenador?

- En el ordenador, pero las personas usan más el móvil. El 80% de nuestro tráfico es móvil. El ordenador lo usan en sesiones de 30-45 minutos seguidas, el móvil lo usan en sesiones de 5 minutos cada una pero varias al día y al final, es más tiempo en el móvil que en el ordenador pero en 10 sesiones en vez de en una sola. Pero creo se aprende mejor en el ordenador (en el móvil no podemos meter suficientes cosas). Empezamos con el ordenador pero hoy en día somos una empresa de móviles.

- ¿Cuántas horas son necesarias para aprender un idioma?

- Duolingo está dividido en unidades, cada idioma tiene 70-80. Terminarlas lleva alrededor de 150 horas. Empezando desde cero, más del 50% termina en B1. El 95% termina entre B1 y B2 y solo un 5% se queda en A2.

- ¿Hay algún usuario que haya terminado todos los idiomas?

- Miles, decenas de miles, cientos de miles. Es una cosa que no nos esperábamos. Pensábamos que cuando acabaran un idioma se iban a ir pero lo que es común es que aprendan otro. Hicimos una encuesta preguntando por qué usan Duolingo y la respuesta fue "es divertido y así no estoy perdiendo el tiempo". Ni siquiera les importa qué idioma están aprendiendo. Terminan el juego, ven que hay otro y lo empiezan.

- Pero eso es fascinante y difícil de prever. O sea, ¡a la gente le divierte aprender cosas!

- Sí, nunca lo hubiéramos sabido. Cambiar de idioma en Duolingo es difícil porque cuando lo diseñamos pensamos "la gente quiere aprender francés, para qué quieren aprender español si lo que quieren aprender es francés". Ahora estamos cambiando el diseño para este tipo de usuario, que descubrimos que es la mayoría.

- Entonces tiene mucho sentido que se amplíe a otro tipo de aprendizaje, no solo de idiomas, lenguajes de programación…

- Hemos considerado lenguajes de programación, también cursos para aprender a leer y escribir (el problema es que la gente que no sabe leer y escribir no suele tener móvil), matemáticas (aunque el problema es que nadie quiere aprender matemáticas). Si se hace una encuesta a la mayoría le gustaría aprender otro idioma, la mitad dicen sí, pero les preguntas si les gustaría aprender matemáticas y la respuesta es no.

- ¿Cuál es el perfil del usuario de Duolingo?

- El promedio es de 28 años aunque hay personas de más de 95. La mitad son hombres y la mitad mujeres. Para servicios parecidos al nuestro nosotros tenemos muchísimos más usuarios de la clase socioeconómica más baja... No es la mayoría de nuestros usuarios (tienen acceso a un móvil) y cambia mucho según plataforma, por supuesto. Nuestros usuarios de iPhone son de nivel socioeconómico alto y nuestros usuarios de Android son de nivel socioeconómico bajo.

- Pero al final da igual, si la aplicación es la misma

- Sí, y eso es algo que queríamos hacer, la misma educación para todos.

- O sea, que al final sí que existe un impulso ético en todo esto. ¿O es que te ha ido sobreviniendo la responsabilidad?

- Ha crecido con el tiempo por dos cosas. Una es que me he ido llenando de ese sentido de responsabilidad y otra, que la mayoría de las personas que contratamos en Duolingo cree en esta visión y viene con esa mentalidad "aquí somos comunistas y le vamos a dar educación gratis a todo el mundo". Y cuantos más contratamos, más se convierten. La cultura de la empresa les ha convertido. Ya venían con esa idea, pero en una empresa con otras 30 personas que tienen esa misma idea se les mete más.

- ¿Tienes la impresión de tener algo importante entre manos?

- Esa es la sensación. No sé si es cierto, pero es lo que queremos hacer.

- Si de verdad estáis consiguiendo perfeccionar un método de aprendizaje más allá del contenido de lo que se enseñe, es una piedra filosofal que se puede aplicar a un montón de cosas…

- Sí. Y otra cosa: hace unos meses alguien de la compañía se dio cuenta de que había más personas aprendiendo idiomas en Duolingo que en todo el sistema educativo público estadounidense. Cuando rebasamos ese punto se me quedó en la mente. ¡Su impacto es mayor que el de todas las clases de idiomas en todo Estados Unidos! Ahí fue cuando se nos subió más el sentido de la responsabilidad y dijimos 'ojalá no les estemos enseñando algo malo'.