Análisis estructural de una canción comercial: Víctor Lemes canta las claves (VÍDEO)
¿Por qué todas las canciones pop suenan igual? Porque son muy parecidas. Un estudio confirmaba hace poco lo que ya sabíamos todos. Ahora es una canción la que pasa de la teoría a la práctica y, con humor, pone a prueba todo lo que de simple y machacón hay en las canciones más comerciales: estribillos que taladran el cerebro, tarareos al estilo de oh oh oh , "frases vacías que van subiendo de intensidad" conforme avanza el tema...
El cantautor -fuera tópicos sobre cantautores tristones- Víctor Lemes condensa esas claves en Análisis estructural de una canción comercial:
"Cantante cómico", se define Lemes (Las Palmas de Gran Canarias, 1982), cuyos directos son la suma de monólogos y música. “En mis primeras canciones tenía todos los parámetros del cliché de cantautor, de canción social, puño en alto y 'no nos moverán', y luego las [canciones] de amor con muchos 'te quiero'. Pero era muy cansino y repetitivo. Llevo toda la vida escuchando a Ismael Serrano o Silvio Rodríguez, pero yo me impuse ser más satírico. Y me gusta que la gente no salga de los conciertos con ganas de cortarse las venas, sino riéndose”, cuenta a El HuffPost por teléfono. El músico presenta esta semana su segundo disco, Caja Negra, en su ciudad natal y el 14 de octubre lo hará en la sala Clamores de Madrid.
Lemes mira con sorpresa como sube el contador de visitas de YouTube del videoclip de Análisis estructural de una canción comercial. "En diez días llevaba más de 60.000 visitas, cuando los vídeos con mis canciones suelen tener 4.000 después de tres años", dice. "Hay que joderse, la fórmula funciona de verdad. ¡No me puedo quitar la canción de la cabeza!", dice uno de los comentarios al vídeo.
La ironía le sirve para hacer análisis finos-finos de la actualidad. El ¡Qué se jodan! de Andrea Fabra y unas palabras de Wert en las que el ministro lamentaba que los artistas suelen ser de izquierdas le inspiró El cantante popular, en el que finge ser "un cantautor que protesta contra el Estado del Bienestar". En el popurrí Te estoy robando claramente (PoPurriada) mezcla la actualidad con canciones conocidas (..."Si investigo un pelín sobre Urdagarín / hago ¡chas! y aparece imputado..."):
Manual para ligar en los 40 segundos de un trayecto en ascensor (o "¿qué hace una mujer como tú en un ascensor como este?") o Mi novia está rara ("nosotros que éramos más bien sencillos, un misionero y de vez en cuanto un 'aquí te pillo' "...) son otras de las canciones de este cantautor, que se autoproduce y ha sacado el dinero para el segundo álbum a base de apostar por un disco en directo, a partir de lo grabado en un concierto hace meses. Eso tiene dos ventajas: plasma el ambiente y los monólogos que acompañan a cada tema y, de paso, se ahorra horas de estudio de grabación.
El primero (Lo siento Freud, 2010) lo sacó con lo que tenía ahorrado, unos 10.000 euros de la época “en la que estaba trabajando, uno de esos lujos”. Antes era montador de vídeos y hasta hace poco daba clases de guitarra. En el último año ha vivido de la música, de los directos, con cada vez más conciertos en la Península, teloneando un par de veces a uno de sus ídolos, Javier Krahe. "Se vive muy justo, porque unos meses vas mejor... y otros no te sale nada", cuenta. Pero merece la pena: "Lo que más me gusta es que al acabar un concierto alguien me diga que se lo ha pasado bomba".
Esta es la letra de Análisis estructural de una canción comercial: