Nuevo sarcófago de Chernóbil: las 20.000 toneladas de acero van tomando forma (FOTOS)
Prosiguen las obras del nuevo sarcófago de Chernóbil, que ya va tomando forma, como se aprecia en estas fotografías tomadas este martes. Se trata de proteger el cuarto reactor de la planta nuclear que en 1986 fue escenario de la mayor catástrofe relacionada con el uso pacífico de la energía atómica y que supuso la liberación de materiales radiactivos 500 veces superior a la bomba de Hiroshima. Por esta causa murieron unas 25.000 personas, 130.000 tuvieron que abandonar su hogar y miles sufrieron sus consecuencias en la salud.
El sarcófago protector de Chernóbil, construido en acero y hormigón por el consorcio francés (Novarka), consiste en un arco de 105 metros de alto, 150 de largo y 260 metros de ancho destinado a garantizar la seguridad del reactor siniestrado. Las primeras vigas de acero, procedentes de Italia y con un peso de 149 tonaledas, llegaron a finales del pasado marzo vía ferrocarril; y otras mil toneladas arribarán en una segunda remesa por tren y mar. En total, se necesitarán más de 20.000 toneladas de acero.
Se le denomina "nuevo sarcófago seguro", están en la zona donde hoy en día pasan las excursiones a Chernóbil de "turismo nuclear", y se prevé que garantice la seguridad de la planta durante el próximo siglo. Cerca de 3.500 personas trabajan para cerrar el sarcófago de la central nuclear de esta ciudad ahora fantasmagórica, como se puede ver en la galería de más abajo.
Aún hoy, en la zona de exclusión, de 30 kilómetros, viven unas 210 personas, 100 de ellas en Chernóbil, según recordaba un reportaje en El País.
LA SITUACIÓN EN FUKUSHIMA
Mientras 25 años después se sigue trabajando para blindar Chernobil, la ONU llama la atención sobre la última catástrofe nuclear. El relator especial de la ONU para el derecho a la salud, Anand Grover, visitó este lunes la planta nuclear de Fukushima-1 en el noreste de Japón, que sufrió el peor accidente nuclear desde Chernóbil, tras verse afectada por un terremoto y posterior tsunami.
El temblor provocó la parada de los cuatro reactores de la planta, lo que llevó al encendido de los reactores de emergencia. Sin embargo, éstos fueron destruidos por las olas del tsunami provocando la fusión parcial de los núcleos y la necesidad de crear una zona de exclusión de veinte kilómetros alrededor de la planta debido a la contaminación nuclear.
Grover ha saludado las investigaciones realizadas por el Gobierno japonés sobre los efectos de la contaminación alrededor nuclear de Fukushima, pero han pedido que extiendan los controles a otras zonas afectadas y que mantengan los estudios para comprobar las consecuencias de una exposición dilatada en el tiempo.
El relator especial ha advertido de las preocupaciones de los residentes en la zona noreste de Japón "de que no tengan voz en los asuntos que les conciernen" ya que "la población afectada deben formar parte del proceso de decisión, así como de aplicación de vigilancia o de búsqueda de responsabilidades".