Reacciones a la destitución de Fernando Lugo en Paraguay: "Es un golpe de Estado"
Argentina, Ecuador, Bolivia, República Dominicana y Venezuela consideran la destitución de Fernando Lugo un "golpe de Estado" y señalaron que no reconocerán al nuevo jefe de Estado de Paraguay, Federico Franco.
El Senado paraguayo aprobó este viernes la destitución del presidente del país, Fernando Lugo, tras la celebración de un "juicio político" contra él por los disturbios ocurridos la semana pasada en la localidad de Curuguaty, en el departamento de Canindeyú (sureste), donde 17 personas murieron en enfrentamientos entre campesinos y policías.
En su primer discurso como jefe de Estado, Franco sostuvo que la "transición" que comienza en el país "se realiza dentro del orden constitucional" y "de ninguna manera pone en riesgo la vigencia y principios democráticos universales".
Franco pidió a los líderes de los países vecinos, en particular los socios del Mercosur, que "entiendan" la situación y acepten que hará "el mayor de los esfuerzos para que esto se normalice".
Sin embargo, la gran mayoría se ha manifestado en su contra. Costa Rica "deploró" un proceso con "visos de golpe de Estado" y ofreció asilo a Lugo y a sus colaboradores, mientras Perú lo definió como "golpe a la democracia" y EEUU hizo un llamamiento a la calma.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue el primero en anunciar que no aceptará otro presidente que no sea Lugo. Tras él, la argentina Cristina Fernández afirmó que no va a "convalidar el golpe"; el venezolano Hugo Chávez, dijo que no reconoce "al írrito e ilegal" Gobierno de Franco, y el boliviano Evo Morales no acepta "un Gobierno que no surja de las urnas y del mandato del pueblo".
En San José, el canciller de Costa Rica, Enrique Castillo, señaló que su país, "que históricamente ha sido un tradicional territorio de refugio y asilo, expresa la mejor disposición de considerar (otorgarlo) al presidente Fernando Lugo o a algún miembro de su gabinete, si lo tienen a bien formular una petición en ese sentido".
Para Correa, la destitución de Lugo ha sido un "golpe ilegítimo" y la Unasur debe aplicar sus normas "contra actos ilegítimos como el ocurrido en Paraguay en 24 horas, que contempla, por ejemplo el cierre de fronteras".
Morales, por su parte, aseguró que detrás de la acción política se "mueve la mano de los neoliberales internos y externos" y señaló que es una "acción del imperialismo y la derecha" internacional".